LOS INSTRUMENTOS MUSICALES: Aerófonos – Los tubos
En los tubos, lo que vibra es el aire contenido en ellos. Al igual que pasa con las cuerdas, cuanto más largo es el tubo, más grave será el sonido producido.
Los tubos pueden ser abiertos (la mayor parte de instrumentos de viento de uso habitual) y cerrados (los órganos, utilizan en muchos casos tubos cerrados o tapados). A igual longitud, un tubo cerrado produce un sonido más grave que uno abierto (exactamente una octava baja). Como ocurre en las cuerdas, las columnas de aire de los tubos no solo vibran como un todo, sino que también pueden vibrar por secciones, produciendo los armónicos. Con determinadas técnicas, el instrumentista consigue que solo vibre algunas de estas secciones, consiguiendo octavas más agudas de lo que sería natural ese mismo instrumento.
Refiriéndonos ya a los instrumentos musicales, llamamos aerófonos a todos aquellos que crean el sonido según los principios señalados más arriba, o sea, al vibrar la columna de aire existente en su interior.
Más adelante hablaremos sobre algunos de los instrumentos de viento más utilizados actualmente, pero a título informativo podemos enumerar algunos otros más antiguos, inexistentes, propios de otras culturas o simplemente, menos utilizados ahora, cuyo conocimiento les resultará a algunos, cuanto menos, curiosa.
Entre otros, pues, citaremos aquí:
Flauta de pan
Aulos
Helicón
Pommer
Saqueboute
Serpentón
Sarrusófono
Cornamusa
Quena
Vhalumeau
Fliscorno
Dulzaina
Cuerno de caza
Oficleide
Bugle
Bígaro
Chirimía
Requinto
Caramillo
Bocina
Corneta
Orlo
Gaita
Txistu